Mi hermano disfruta pasando
horas y horas pescando
sentado en el muro del espigón frente al mar.
Va cargado con su caja de herramientas
llena de boyas, hilos, anzuelos...
su cubo para las capturas
y, cómo no, su caja de cebos
bien envuelta en papel de periódico.
¡Y además pesca!
La tarta está hecha sobre una base
en dos alturas de bizcocho
relleno de ganaché de chocolate y,
como siempre, bien bañadito con almíbar.
El mar está hecho con glaseado
de varios colores
y las figuras de fondant.
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